Capítulo 1

Davy se despertó en una cama cálida y extraña. No podía imaginar dónde estaba o qué había salido mal. Hubo un crujido que no debería estar allí y estaba asustado, no estaba seguro de si estaba soñando. La verdad que lo golpeó fue peor que un mal sueño. Recordó haber seguido a Pat hasta los muelles, que eran el lugar más oscuro y desolado para esconderse.

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         Podían oír a la multitud que se había reunido fuera del pub, aullando por sangre. Aunque no podían entender lo que se decía, los chicos sabían que estaban al otro lado de la carretera, mirando hacia la negrura del agua de Leith. Bob, su viejo amigo de los días de preescolar, instintivamente sabía cuándo salvar su propio pellejo y follar a cualquier otra persona: sabían que hacía tiempo que había huido de la escena.

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          Davy y Pat corrieron, medio tropezando, a lo largo de las calles adoquinadas de la costa, logrando cruzar las puertas del muelle sin vigilancia. Se detuvieron, jadeando, sudando por el repentino estallido de adrenalina inducido por el miedo y la euforia. Davy estaba algo dolorido, todavía en estado de shock, mientras descansaba contra la pila de madera nueva esperando un carro tirado por caballos para llevarla a los aserraderos.

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          Ahora el miedo se apoderaba de él; por primera vez en mucho tiempo comenzaba a entrar en pánico, y los olores de la madera eran abrumadores, haciéndolo vomitar. Apoyó su mano buena sobre la madera, que inmediatamente se cubrió con la savia de la madera que aún se estaba secando. Era gracioso cómo las cosas pequeñas aún podían molestarlo. Fue entonces cuando Pat lo agarró por el cuello de la camisa rota y comenzó a abofetearlo con fuerza. Justo cuando Davy estaba a punto de tomar represalias, volvió en sí. Ahora podía escuchar lo que Pat estaba tratando de decirle.

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          "Tenemos que sacarte bien de aquí, muchacho Davy y la única forma que se me ocurre ahora mismo es por mar". La cara sudorosa de Pat estaba muy cerca de Davy. Puedo subirte al barco que me lleva, pero tienes que hacer exactamente lo que te digo.

       Davy asintió, sin estar muy seguro de lo que quería decir Pat, ni de las implicaciones de lo que acababa de suceder. He matado a ese bastardo, Tazz, Davy se dio cuenta poco a poco, y aunque bien podría haberlo merecido, el juez no vería las cosas de esa manera. Davy sería ahorcado si las autoridades lograban localizarlo. Con este conocimiento repentino, Davy se sintió hundirse en la pila de madera.

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          "¿Qué diablos voy a hacer ahora, Pat?" soltó. "Creo que he matado al bastardo".

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          Pat respondió una vez más que su única esperanza ahora era largarse de Escocia, lo más lejos y rápido posible. Agarró a Davy, medio arrastrándolo, y con voz fría, ordenándole moverse.

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      Se aventuraron a salir a la tenue luz de la calzada adoquinada que formaba uno de los muelles del muelle y se adentraron más en el oscuro interior. Por ahora Davy estaba medio inconsciente con una pérdida de sangre de la herida de arma blanca. No se parecía a nada que pudiera explicarle a alguien más, lo que era tener una cuchilla clavada. Solo era consciente de la forma de un barco que se alzaba a medias en la penumbra, y luego Pat lo arrastró por la pasarela. .

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Recordaba vagamente que Pat había tenido una conversación con alguien en el barco, pero no podía estar seguro... todo parecía una pesadilla. Estaba seguro de que despertaría pronto; sería hora de levantarse de la cama y prepararse para otro día de injerto en el astillero.

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